La pregunta inicial en cualquier conversación entre un detective y un potencial cliente. Siempre. Es más, es la pregunta clave que suele dar inicio a una conversación entre el cliente primerizo y el profesional, ya sea un abogado, gestor, o médico. Pero no. No espere el lector que demos un precio concreto en este blog. No nos atreveremos a decir que el precio de un detective privado es de 300€ o 30000€. El motivo es sencillo: ninguna investigación es igual. Quizás si existan unos márgenes más o menos habituales en los que se mueven las tarifas de los detectives privados, pero la entrevista inicial se antoja más que necesaria para presupuestar y dar un precio con credibilidad.
Detective privado: ¿Gasto o inversión?
Por eso la primera consulta en nuestro despacho es siempre gratuita: porque es necesaria. Resulta muy sencillo (y quizás conveniente para el mal profesional) dar un precio por hora al cliente (que habitualmente ronda entre 40€ y 75€), pero es un presupuesto incompleto: no conocer el entorno y circunstancias en las que se va a realizar la investigación supone que una vez iniciada esta, pueda ser mucho más complicada de lo planteado inicialmente, encareciendo desde el minuto uno el presupuesto con la consiguiente sensación de engaño por parte del cliente.
Resulta fácil de explicar: Que el investigado se desplace en coche o moto, o que viva en una finca con dos o más salidas o en un domicilio unifamiliar condicionan totalmente el inicio de la investigación. Cuando el detective le pregunta, antes de darle un precio, dónde, cómo, cuándo y por qué, no lo hace por que quiera ser indiscreto respecto a su vida privada. Lo hace por que necesita saberlo para poder presupuestarle y asesorarle con garantías. Y no podemos acabar sin subrayar el punto más importante: el objetivo de la investigación. Esta podrá ser más económica o más cara dependiendo de sus circunstancias y desarrollo, pero en lo que
coinciden todos los clientes que pasan por nuestro despacho es en señalar que “ha sido el dinero mejor invertido de mi vida”. Bien por que hemos evidenciado una infidelidad, por que hemos aportado la solución a un problema judicial o por que hemos descubierto un problema relacionado con sus hijos. Cuando un potencial cliente entra en un despacho de detectives privados habitualmente no ha encontrado otra solución. Y cuando sale con esta bajo el brazo, lo último que volverá a pensar al recordarnos es “¿Cuánto cuesta un detective?”